miércoles, 10 de agosto de 2011

Columna N° 28 año 2

Reciban los eventuales lectores de esta columna disculpas por la ausencia, pero a este observador social se le está haciendo cada día más difícil escribirla. Al menos en un tono positivo. Es difícil en un ambiente tan enrarecido.

Pasa toda clase de cosas que indican que andamos perdidos. Todos andamos perdidos, el gobierno, la oposición, los estudiantes, las personas que “cacerolean”, los carabineros, y los observadores sociales, que no entendemos nada.

Veamos. El gobierno presenta su proyecto de ley para las uniones de parejas, que no pueden casarse, pero a la ceremonia no asisten los presidentes de los partidos de gobierno. Diputados de uno de esos partidos anticipan que no apoyarán el proyecto. Este observador no había tenido la oportunidad de presenciar una cosa tan rara como esa.

Pero, lamentablemente, no es lo más raro que se ha visto últimamente. El señor Ministro de Educación anuncia hoy, con gran despliegue publicitario, medidas especiales para que los alumnos de colegios tomados no pierdan el año. Dijo que podrían ir a clases a gimnasios, bibliotecas, otros colegios en dos jornadas y hasta podrían dar exámenes libres.

No podía creer lo que estaba oyendo, pero lo repitieron y me convencí. Todas las opciones están abiertas, menos, desde luego, hacer cumplir la ley y desalojar los colegios ocupados en abierta violación de derechos constitucionales de los alumnos y apoderados. Eso de desalojar colegios tendría un cariz autoritario y derechista por lo que está descartado de plano. ¿Cómo se le ocurre?

Por la vereda del frente también han aportado a este espectáculo de rarezas. Un Señor Senador (un poco más designado que los demás), ex Presidente de la República, ha tenido a bien decir, en el extranjero, que Chile se encuentra “al borde de la ingobernabilidad”. Eso no se hace. Y nos es problema de si es verdadero o falso lo que dice (a ratos es bien cierto) pero esas cosas no las puede decir en el extranjero un ex presidente. Muy feo y desatinado.

Por otra parte, ahora han tomado la moda de golpear cacerolas, para contento de la industria del ramo, tratando de decir con eso algo que nadie sabe. Parece que los estudiantes con sus marchas y destrucción callejera han logrado instalar (como se dice ahora) la idea de que el país se encuentra sumido en una profunda crisis. Millones de  chilenos desarrollan sus actividades normalmente, día a día, en un ambiente de tranquilidad y orden, pero unos pocos estudiantes, muy bien manejados por el PC, han creado una sensación de desastre social. Recomiendo averiguar cuántos estudiantes hay en Chile y cuántos andan en las marchas y tomas. Se sorprenderán.

Por su lado los partidos políticos parecen estar paralizados por el pánico a perder sus privilegios ante lo que, equivocadamente, estiman se trata de un gran convulsión social.

Con razón un personero acusó que “en el Congreso hay algunos inútiles y subversivos”.
Aunque, mirado el asunto, sin apasionamiento, este caballero se equivoca. No creo que haya subversivos en el Congreso.